TUMBAS PARA MASCOTAS
'Simona’ estuvo en el mundo de los vivos durante 13 años, tiempo en el que corrió, jugó y hasta lloró las tristezas de sus ‘papás’ humanos. Quizás por ser una amiga fiel o por ser como dice en su obituario, “la líder beta de nuestra manada”, se mereció una tumba y una lápida. Se ganó el ser llorada durante su entierro.
‘Bonnie’, ‘Matías’, ‘Lucky’, ‘Shigetoshi’, ‘Kimora’ y más de 100 perros, gatos y hasta conejos reposan en ‘Tierra de mascotas’ un cementerio para despedir a los amigos peludos con honores.
A Yuli Enríquez se le vino la idea a la cabeza, al ver en un programa extranjero un camposanto para animales, y desde hace un año sacó este proyecto adelante que funciona en el km. 7 vía a Río Claro en Potrerito, Jamundí.
“La gente llora a sus animalitos, les gusta hacer el duelo, visitarlos y arreglar la tumba. El servicio que ofrecemos es completo. Lo metemos en un ataúd de cartón decorado, tenemos una sala de despedidas y luego se sepulta”, contó Yuli.
El primer servicio que prestaron fue un 31 de diciembre, día en el que ‘Katia’ decidió dejar su vida terrenal. “La familia estaba muy dolida, pero al ver que el cuerpo de su amada quedaba en un buen sitio, se calmaron. Esto más que un cementerio es un mausoleo, es la manera de lograr que su mascota no sea olvida”, dijo esta contadora de profesión, pero animalista por convicción.
Historias de amor y muerte. ¿Será que todos los perros van al cielo? Yuli cree que sí y que además los animales tienen alma.
“Una vez tuvimos un entierro en la noche y los dueños tomaron fotos, cabe aclarar que en ‘Tierra de mascotas’ no hay bombillos ni luces. Al ver las imágenes en una se observa un cuerpo brillante, una luz. No había forma de que fuera algo externo, esa era el alma de la mascota”, aseguró Yuli.
Y es que cada vez que un animalito fallece hay presencia de ellos, queda evidencia de su energía. “Acá entró un perrito y pasó por cada una de las hileras de las tumbas... de inmediato se empezaron a mover las figuras y los ringletes y no estaba venteando”, recalcó.
‘Tierra de mascotas’ es un espacio donde se conjugan la vida y la muerte. Mientras se observan las lápidas con mensajes de despedida, se puede escuchar el canto de los pájaros o ver una ardilla trepando un árbol. Es un sitio donde se respira paz y tranquilidad, esa misma que seguramente ‘Balú’, ‘Messi’ o ‘Yordi’ transmitieron en vida.
“Unos rezan, otros lloran y algunos simplemente agradecen a sus mascotas por su amor incondicional, por eso los entierran dignamente”, finalizó Yuli.
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