CONDENADOS AL EXILIO
Si alguna vez se ha preguntado a qué huele la miseria, le puedo asegurar que es una mezcla de suciedad, putrefacción, excremento, humo y muerte.
Esto, sumado a la visual del cuerpo de Esthefanía (la bebé Embera Katío que murió el sábado), velado sobre el piso de una residencia del barrio El Calvario, da cuenta de las terribles condiciones en que sobrevive esta comunidad indígena.
Lo peor de la situación es que estas 199 personas, que llegaron a Cali exiliadas de Pueblo Rico, Risaralda en el 2013, están en este momento en el limbo, y deben seguir en El Calvario hasta que les encuentren un lugar para ser relocalizados.
Velorio de la niña Esthefanía, quien falleció al parecer por una infección respiratoria, debido a las malas condiciones en las que vivía. |
“Cali no cuenta con un espacio donde pueda albergar a los Embera en condiciones de dignidad, además, su leyes indican que los 199 deben estar en un mismo espacio”, fueron las palabras de Felipe Montoya, asesor de paz de la Alcaldía, durante rueda de prensa realizada ayer.
Y es que el calvario de estas 42 familias es que pareciera que nadie los quiere tener, pues aún no cuentan con la autorización del gobernador mayor de su cabildo para retornar a su hogar, y la administración de Risaralda ha sido bastante pasiva ante el tema.
“Esperamos que en un mes esta comunidad sea relocalizada en Pueblo Rico, donde están buscando un espacio adecuado, y dentro de seis meses o un año ya se haga el proceso de retorno”, aseguró Montoya.
Los Embera Katío viven en una residencia del barrio El Calvario en condiciones deplorables. Duermen en el piso y con las mínimas condiciones sanitarias |
Las ayudas no llegan del cielo.
Desde el 2012, año en el que empezaron a llegar los Embera a la ciudad, la responsabilidad de esta comunidad ha caído en la espalda de la Administración caleña. Pese a que las ayudas llegan de parte del Icbf y de las secretarías de Salud, Educación, Cultura, Gobierno y Bienestar Social, pareciera que cada día esta comunidad sucumbe en la miseria y el dolor.
“Cada tres meses nos dan un auxilio económico de $800.000, pero nosotros pagamos diario $10.000 de arriendo y quedamos endeudados. Cada dos meses a cada familia le dan cinco kilos de arroz, dos kilos de harina, dos kilos de azúcar y tres kilos de lenteja, pero eso no alcanza. Este año no nos han dado porque todavía no hay contratación” manifestó Esteban Queragama, uno de los líderes Embera.
El tema de la cultura indígena es bastante espinoso. “En Risaralda no se presentan hechos de conflicto armado hace más de cinco años, ellos se desplazan porque hay roces entre los Embera Katío y los Chamí”, aseguró Montoya.
En su estado natural el hombre se dedica a la caza, la agricultura y la pesca, pero en esta ‘selva de cemento’ no saben trabajar, por lo que la mujer debe salir a la calle a buscar dinero... salen a mendigar. Ayer, mientras el cuerpo de Esthefanía era velado y las mujeres lo lloraban, no había nada qué comer en la residencia de El Calvario, porque ellas no salieron a ‘producir’.
“El espíritu mayor nos dijo que si no nos vamos de aquí, va a seguir poniendo muertos”, predijo Albeiro Queragama.
- Aún Medicina Legal no ha entregado el dictamen de las posibles causas de la muerte de Esthefanía Queragama, de cuatro meses, pero según Secretaría de Salud, el dato preliminar es que la bebé tenía los pulmones ematosos (inflamados) y de color rojizo, lo que indica una infección respiratoria producida por un virus. “Estos casos se presentan por la exposición al humo de los fogones de leña, muy recurrentes en esta comunidad”, dijo Harold Suárez.
- 42 millones de pesos se destinaron este mes para auxilios.
- 5 niños Embera están bajo el esquema de protección del Icbf.
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